¡Gracias, papá!

12 de diciembre de 2025

Hoy escribo en este blog sin saber muy bien cómo empezar… En cada entrada comparto mis reflexiones, mis pasos y lo que aprendo de cada uno de ellos, intentando aportar mi mirada a través de mis palabras como lo hago a través de mis obras. Compartir lo que merece la pena, lo que me anima a seguir dando lo mejor a pesar de las dificultades, agradeciendo consciente todo lo que recibo y que me ayuda a dar sentido a esa búsqueda de la esencia de las emociones que me define.

No sería coherente si no compartiera aquí, en este espacio tan personal, la emoción se siento ahora tras la pérdida de mi padre el pasado 25 de noviembre, pero ¿cómo hacerlo?, ¿por dónde empezar?, ¿qué compartir… y cuánto? Llevo días buscando el momento y las palabras. Palabras que te llevarán también a ti a recordar momentos junto a seres queridos que nunca se fueron. Eso es lo que pasa, parece que nos dejan… pero están más cerca de lo que nunca hubiésemos pensado.

De nuestros padres heredamos mucho más que los apellidos y esa mezcla del ADN de cada uno, heredamos una parte de su carácter, de su mirada, gestos que nos sorprenden, el tono de la voz o la risa. Del ejemplo de los míos, tanto de mi padre como de mi madre (Alfredo y Ana) aprendí a levantarme de nuevo, a esforzarme, a intentarlo una vez más hasta lograrlo, he aprendido a dar lo mejor para hacer realidad lo que sueño… Los dos me enseñaron que nada es fácil y que depende de uno mismo aprender lo necesario para avanzar; que hay que ser agradecido por cada oportunidad y por cada persona que cree en nosotros; que hay que ser sensible hacia el que puede necesitarnos y tender la mano, con generosidad, sin buscar recompensa; que la vida está llena de sorpresas que celebrar y retos que superar… y que junto al otro es siempre mejor y más fácil. Sin duda, lo que más me emociona de ellos es recordar su mirada enamorada hasta el último momento. Amor incondicional que plasmé en una medalla muy especial, regalo para ellos y a la que también dediqué emocionada una entrada en este blog.

Me resulta difícil hablar de mi padre sin hacerlo de mi madre, siempre juntos, complementándose con un sentido del humor cómplice y divertido, superando dificultades que a cualquiera dejarían paralizado y ante las que ellos mantenían la sonrisa… esa sonrisa llena de esperanza, fe y luz, iluminando a quienes se han cruzado en sus vidas. Amar la vida encontrando en ella a Dios, ese ha sido su secreto compartido con muchos, en cada etapa y allá donde iban. Alegría de vivir.

Debo mucho a mis padres porque sin ellos no sería quien soy y ahora, mientras una lágrima se desliza por mi mejilla, quiero agradecer a mi padre muchas cosas: 

“Gracias, papá, por tu bondad, amor, honestidad, compasión, sentido del humor y pasión por la vida; por tu ejemplo y tenacidad, por tu amor al trabajo bien hecho, a la palabra dada y al cariño. Gracias por enseñarme a tender siempre la mano, a escuchar, a arrimar el hombro, a creer… a creer en la vida, en el amor, en el perdón y en la fe. Esa fe en el Padre que hoy te acoge y te abraza, esa fe que me reúne contigo y con todos los que te conocieron y te quieren. Somos afortunados por haberte tenido en nuestras vidas. Me siento honrada por recibir en cada abrazo de estos días el amor que diste antes. Siempre serás ejemplo e inspiración, siempre estarás cerca cuidándome… cuidándonos, presente, porque tu sonrisa y tu amor siempre serán luz… Gracias”.

Termino este sentido homenaje con una fotografía que significa mucho para mí… y para mi madre, que me ha permitido compartirla. A pesar de su Alzheimer, mi padre disfrutó conscientemente de mi última exposición y nos brindó una mañana maravillosa y feliz en el mes de julio de este año. No hay palabras que describan la emoción que sentimos junto a él mientras reconocía y comentaba esas esculturas y cuadros que me había visto crear hace años, y cómo se sorprendía ante mis nuevos trabajos. Momentos lúcidos de conexión y felicidad que quedan plasmados en esta imagen, la que siempre mantendré en mi corazón.

Junto a mis padres en el C.C. Galileo de Madrid. Julio 2025.

Disfruta de cada momento y cada recuerdo con tus padres, no son perfectos (yo tampoco), pero estoy aquí gracias a ellos y la vida que me dieron es un regalo que no tiene precio. Nuestros padres son el punto de partida desde el que iremos construyendo nuestro propio camino y merecen nuestro respeto y amor.

Gracias a ti también, por acompañarme en estos momentos.

¡Un abrazo!

NOTA: El lunes 22 de diciembre a las 19:00 h., tendrá lugar el funeral por mi padre en la Parroquia Asunción de Nuetsra Señora, en Miraflores de la Sierra (Madrid).

Un poco más de actualidad...

Si quieres entender a un artista has de cambiar tu mirada y descubrir la suya
¿Quieres convertirte en mecenas?

Comparte más de cerca el día a día de mi proceso creativo y disfruta de todas las facilidades para adquirir mis creaciones.

Más información
©2025 Ana Hernando. Todos los derechos reservados | Aviso Legal