Como artista, tiene un valor especial que alguien quiera que realice una obra de encargo para él. Su confianza en mi manera de mirar y de expresar con mi propio estilo esa emoción que quiere tener cerca, es un regalo para mí.
Encontrar la síntesis perfecta, el equilibrio entre esa necesidad y mi propia personalidad, se convierte en un aventura siempre llena de expectación... para ambas partes.
Llevar a cabo una obra de encargo significa mucho para mí, alguien se ha tomado el tiempo de conocerme y confía en mi capacidad de expresar lo que necesita a través de mi creatividad y experiencia. Para lograrlo tengo que encontrar la esencia del proyecto y para ello hay dos aspectos que deben converger en la obra final: reflejar aquello que el cliente me pide y mantener mi propio estilo de síntesis en la medida que sea posible.
Sea para una empresa, una entidad o un particular, sea una pequeña medalla, un cuadro o una obra monumental, desarrollo el concepto de la idea presentando un boceto que recoja todos los aspectos de la obra, adaptándome a las necesidades y características de cada propuesta.
Agradezco sinceramente la confianza y la oportunidad que me brinda cada encargo para crecer como artista. Crear esa obra exclusiva es un aprendizaje constante. Me gustan los retos.